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jueves, 1 de septiembre de 2011

leyenda

                                                               El Gualicho 

del libro Joiuen Tsoneka (leyendas tehuelches) de Mario Echeverría Baleta
El contacto con poblaciones Pampas y Mapuches introdujo éste nuevo espíritu del mal entre los Tehuelches. Cuando se realiza un Kaani, se hace un cerco en forma de corral con una entrada hacia el sur, pero al momento de iniciar la ceremonia se lo hace rotar hasta que la entrada quede en sentido opuesto, de ésta manera no entrará el gualicho a perjudicar la fiesta. Este espíritu es a veces manejado por los brujos provocando toda suerte de males, aunque también se lo puede utilizar para dominar los sentimientos de la mujer esquiva. Las heridas incurables y los males que pueden provocar la muerte, son provocados por el gualicho. Para ahuyentarlo, los brujos efectúan conjuros y si el paciente en su delirio nombra a la persona que cree lo ha engualichado, es muy posible que haya una venganza de muerte. También perdura en Santa Cruz la ancestral costumbre de correr el gualicho cuando se cree que algún mal acecha y si la corrida es para curar a un enfermo, previamente se pintan las manos del engualichado sobre el lomo de un caballo blanco. Para evitar ser engualichado hay que tener sumo cuidado al peinarse o cortarse las uñas, haciendo desaparecer los residuos, que podrían ser objeto de terribles males                                                                                                                                                                                       i: fiesta con danzas y canto. Joiuen: Leyenda Tsoneka: nombre verdadero de los llamados : tehuelches, Aónikenk o Chonke

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